Resguardar las tradiciones y enseñanzas de nuestros parientes es especialmente gratificante. Sin embargo, aceptar el legado material de nuestros padres o abuelos no siempre es lo mejor. La situación económica actual y las posibles deudas que deja el testador podrían ser un inconveniente para nuestro futuro. Renunciar a una herencia en Valencia, en Madrid o en Barcelona siempre debe estar sometido a la revisión exhaustiva de las consecuencias.
Muchas personas piensan que heredar es una bendición y un beneficio total. En la mayoría de los casos, nuestros padres tratan de honrar sus deudas durante su vida para evitar transmitirlas a sus hijos y demás seres queridos. Pese a esto, pueden existir circunstancias desafortunadas que impidan que esta realidad sea consumada.
Identificar las ventajas y desventajas antes de heredar
Las dificultades económicas añaden otro ingrediente complicado. No es lo mismo recibir un legado material o monetario en medio de una economía en ascenso, que obtenerla y tener que administrarla en época de recesión o reciente salida de la crisis. Los indicadores cada día mejoran, pero cada persona tiene sus propios compromisos y dificultades propias.
Un Abogado en Talavera de la Reina escribía en un blog digital que lo más recomendable en estos momentos es no contagiarse por el optimismo y analizar bien los pros y contras de recibir la transmisión de bienes heredados en el presente. La razón principal es que la economía de muchos no se encuentra aún lo suficientemente estable como para comprometerse en el pago de las deudas de terceros. Incluso si la persona es alguien con el que tenemos algún nexo emocional.
El problema radica no solo en las deudas que deja un testador. El principal obstáculo para quienes reciben herencias es el resultado de la suma de los pasivos heredados con respecto a los impuestos que se cobran por el proceso de transmisión del legado. Dichas cargas impositivas varían enormemente en cada localidad española.
¿Qué hacer cuando vamos a recibir una herencia?
Es un hecho que son muchas cosas las que hay que considerar. El primer consejo es y será siempre el consultar a un abogado experto en derecho de sucesión. Por lo general, estos profesionales manejan la información legal y situacional necesaria para tomar una decisión correcta. No es solo saber de leyes, es manejar ese tipo de coyunturas de forma cotidiana.
Es necesario que el abogado calcule la diferencia entre los activos y pasivos heredados. Aquí entrarán a consideración elementos como el pago de hipotecas y los impuestos de la transmisión. En caso de que el patrimonio del heredero se vea afectado, lo que sigue es repudiar de forma oficial la herencia. Para tomar esta decisión, también se deben considerar factores como la existencia de otros herederos y su situación particular. Generar consensos familiares siempre es la mejor solución.
Se debe tener claro que una vez hecha la renuncia, la porción rechazada será repartida entre el resto de los herederos. El repudio de la herencia debe hacerse de forma expresa, mediante una escritura de carácter público y ante un notario. Este acto es libre, fundamentalmente irrevocable y debe concretarse en un lapso no mayor a 30 días luego de expresada la repartición.
Lo importante es ser sensatos y entender que si nos cuesta pagar nuestras propias deudas, mucho peor es si le agregamos las deudas de otros. Este tipo de decisiones siempre tendrá un componente racional y otro emocional, por lo que contar con un abogado para tomar la decisión y llevar a cabo los trámites siempre es lo mejor para nosotros.