¿Acabas de recibir la noticia de que se casa tu gran amiga? Seguramente lo primero que se te viene a la mente es; ¡Si es hora de despedidas de soltera Zaragoza!, cuando se acerca un matrimonio sabemos que primero se celebra la reunión más esperada por todas, en España la tradición es hacer un evento sorpresa para la novia, donde participarán todas sus amigas, sin embargo, no siempre es una tarea fácil.
Organizar un evento es complicado, pero planificar uno de los momentos más importantes de la vida de alguien es más que eso, es preocupante y estresante, una despedida de soltera debe ser un momento inolvidable para la novia, todo debe ser perfecto y adecuado a su estilo de vida, ¿Por qué no dejar la organización de su despedida en manos de los profesionales?, solo debes conocer muy bien a la novia y llevar todas las ideas al lugar indicado.
Elementos indispensables
1.- Picardía: Uno de los trasfondos más divertidos de la despedida, ponerle un toque sensual y picante a la reunión siempre será buena idea, seguramente logras sonrojar a la novia y más de una soltará una carcajada nerviosa.
2.- Juegos: Las actividades y animación son muy populares, crear juegos adecuados para adultos con doble sentido para la ocasión, será una forma de pasar un rato diferente entre amigas.
3.- Amistades: Es indispensable aprovechar la oportunidad para reunir a todas las amigas de la novia, mientras más personas acudan, más querida y apoyada se sentirá para enfrentar la nueva etapa en su vida.
Sugerencias
1.- Humor amarillo: pruebas alocadas, hinchables y actividades extrañas, una competencia para no parar de reír, es una forma diferente de compartir y divertirse, además de tener la oportunidad de liberar energía y estrés previo al matrimonio.
2.- Tuppersex: Que tal algo más sexy y pícaro, una reunión comandada por una asesora o animadora especializada en temas eróticos y divertidos a la vez, pierde la vergüenza con tus amigas y descubre nuevas ideas.
3.- Paseo a caballo: Una forma relajante de disfrutar del campo y hermosas vistas, recordar anécdotas de la vida y compartir opiniones y cotilleos de una manera poco convencional.