Identificamos a los abogados casi siempre con problemas legales o judiciales, pero es una falsa creencia. Pueden ayudarnos en muchísimas situaciones de manera preventiva y ese es un papel muy importante en todos los aspectos. Contar con un buen asesoramiento de abogados en Burgos es la mejor medida para evitar problemas futuros en ámbitos tan variados como las herencias, el trabajo o la percepción de algún tipo de indemnización cuando se ha sufrido un accidente.
Ejemplos prácticos puede haber miles. Veamos uno que puede ser realmente esclarecedor y que afecta al ámbito laboral. Imaginemos a un trabajador que está sufriendo acoso o un trato injusto por parte de un jefe. El empleado suele soportarlo por miedo a perder el trabajo, no hay que olvidar que las cuestiones laborales hoy en día son tremendamente complejas y encontrar trabajo muy difícil.
¿Por qué acudir entonces a un abogado? La razón para algunos quizá no es evidente, pero no hay que pasarla por alto. Todos los trabajadores tienen unos derechos que deben ser respetados siempre. El miedo suele ser mal consejero, por ello conviene poner la situación en conocimiento de un abogado.
Tal vez si la persona que acosa se entera deje de hacerlo para evitar tener que defenderse de una denuncia. Y si la situación se prolonga, se podrán emprender acciones legales que pueden acabar siendo beneficiosas para el trabajador y quizá no tanto para el jefe acosador.
Casos delicados
Hay otro tipo de casos, especialmente sensibles para los que también es bueno contar con el consejo profesional de un abogado en Toledo. Hablamos de todo lo relacionado con el Derecho de familia.
Cuando una pareja empieza a hacer aguas hay que evitar a toda costa tomar decisiones precipitadas que pueden perjudicar, no solo a los cónyuges, sino también y de manera dolorosa a los hijos.
Por eso conviene pedir orientación a tiempo. Un buen abogado siempre intentará que cualquier decisión sea de mutuo acuerdo y lo menos traumática posible para los implicados. Además que esta sea desde un punto de vista profesional y ajeno a cualquier interés personal puede ayudar a evitar que se enquisten situaciones y que al final se tengan que dirimir en tribunales.
En casos de accidentes, dejar el caso en unas manos expertas puede significar una diferencia de importancia: recibir una indemnización ajustada estrictamente a unos parámetros establecidos o recibir una indemnización justa aplicando criterios correctores y particulares en cada caso.
Por todas estas razones no hay que ver a los abogados solo como defensores, que lo son, sino como consejeros. Tener un profesional de confianza a quien acudir en caso de duda o simplemente para aclarar aspectos que nos importan puede ser la mejor forma de evitar grandes problemas en el futuro.