Pasan los años, y la tez del rostro pierde lucidez y tenacidad, esto se puede evitar mediante un lifting Madrid. Hay distintas zonas donde se puede realizar este tipo de intervención.
Lifting del cuello
Este modelo de intervención se encarga de eliminar la piel que ha perdido todo su tensor y se encuentra flácida y caída. Se consigue marcar las facciones, ya olvidadas, y descartar el exceso de grasa que se haya podido acumular.
En el caso de que esta acumulación de grasa sea notoria, debe realizarse una lipoaspiración. Así, se elimina la papada que se forma entre el cuello y el mentón. Esta dolencia suele aparecer en personas mayores con peso excesivo, pero también se da en jóvenes, que aparentan mucha más edad de la que tienen.
La técnica empleada es bastante sencilla. Consiste en realizar pequeñas incisiones detrás de las orejas, para poder acceder a la zona donde se ha acumulado la grasa. Si existe un excedente de piel, se elimina y se dan puntos de micro sutura, para no dejar cicatrices. De esta manera, el rastro de la operación es inapreciable.
Queiloplastia
Otros casos en los que los pacientes requieren cirugía plástica suelen ser los relacionados con los labios. El aumento de estos se denomina queiloplastia. Al introducir los implantes, es el cirujano el que debe elegir las dimensiones de los mismos, en función de la fisionomía de la boca.
En muchas ocasiones, debido a malos resultados o a excesivos retoques, la boca pierde su naturalidad, por lo que es necesario que se tenga que ejecutar una operación reconstructiva.
Se basa en suprimir las posibles deformaciones o los excesos de material sintético que se han ido acumulando en los tejidos. Deben realizarla expertos en la materia, ya que, a pesar de ser una cirugía menor, requiere de gran destreza y precisión.
Esta cirugía está indicada para aquellas personas que quieren aumentar el tamaño de sus labios, y hacerlos más acordes con el volumen de su cara. O para aquellos que se han realizado operaciones que han provocado deformaciones labiales.
En definitiva, ya no hay que conformarse con un rostro que no nos seduce y con el que no nos sentimos identificados. Hay múltiples alternativas para mejorarlo y sentirse cómodo con el aspecto que muestra el espejo. Se pueden eliminar los complejos de una manera sencilla y de forma radical para poder sonreír a la vida.